domingo, 24 de agosto de 2008

Insomnia


Despierto sudando a mitad de la noche, una pesadilla fue la culpable, busco el reloj y veo la hora, las 3:19. Otra noche más despertando a la misma hora exacta, como si fueran un despertador, mis ojos se abren todos los días a la misma hora por la madrugada, aprovecho para ir al baño y lavarme la cara. Regreso a la cama pero el insomnio me invade y me prohíbe reconciliar el sueño, enciendo la luz y me pongo a leer, pasado un rato comienzo a divagar de la existencia, volteo y veo la hora de nuevo, solo han pasado 19 minutos, tomo un poco de agua y vuelvo a intentar dormir, me muevo de un lado a otro sobre la cama y me resulta cansado estar allí, me levanto y enciendo la televisión; en la programación solo hay anuncios de "la tienda en casa", prendo un cigarrillo, apago la tele y me pongo mi mp3, a los pocos minutos se quedan sin batería.

Las 4:11 de la mañana y continuo despierto, me invade la desesperación, tengo sueño, mucho sueño, estoy cansado pero no puedo dormir. Ruidos, sombras y susurros salen de mi imaginación, un poco de locura me invade, escucho voces diciendo mi nombre a la par de un susurro, los muebles de madera hacen esos típicos ruidos y me hacen sentir un hormigueo por todo el cuerpo que me sube hasta la nuca.

Estoy nervioso y me decido a enciender la luz, sobre mi escritorio hay un montón de monedas, las comienzo a contar y a poner en grupos, cada moneda en su torre correspondiente, en total 19 euros.

Las 4:58, ya casi amanece, enciendo el ordenador, leo las cadenas que me envían por correo, esas que por lo regular nunca leo pero las dejo para aquellos días de aburrimiento, pero hoy no es uno de esos días, de hecho no es ni de día.

Las 5:49 y comienzo a escribir...

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