miércoles, 25 de febrero de 2009

El valor de las cosas

Mientras crecemos nos vamos encontrando con objetos que se vuelven parte de nuestra vida, algunos simplemente los valoramos por ser el regalo de un ser querido, otros porque nos gustan y nos hacen sentir bien, la mayoría de estos objetos que apreciamos tanto no tienen un valor autentico, más bien su valor va mas allá de lo monetario, su valor es marcado según los recuerdos que nos vuelven a la mente, según el lugar a donde nos transporte y las personas que nos haga recordar, esas cosas tienen un verdadero valor, un valor que no se puede medir y por tanto no se puede comprar ni mucho menos vender.

En lo personal hay varios objetos que me han marcado durante la vida, no son muchos pero cada uno tiene algo especial, algo que hace que mi mente viaje dentro de una burbuja de tiempo y me traslade a un tiempo especifico, a un momento de mi vida donde el pasado se vuelca como una ola sobre el presente, donde vuelvo a ver a personas que no se encuentran en mi "ahora", donde reconozco olores y sensaciones, donde veo lo que fue y me hace darme cuenta que gracias a todo eso es lo que soy; esas cosas son objetos como un simple billete de dólar que aún se conserva exactamente doblado de cómo me lo dio mi padre y me hace recordar el momento exacto en que lo saco de su cartera, un buen libro que me traslada a un mal momento y que sus textos me ayudaron a sobrepasar, una libreta donde alguien especial escribió una nota, una sudadera con poderes mágicos que consiguió darle un vuelco a mi vida, un par de cigarros con dibujos a los costados que me recuerdan a un par de buenos amigos, un pequeño balón de futbol que se convirtió en mi "Wilson" personal durante un tiempo, la mitad de un billete de 20 que me traslada a un lugar en el que pertenezco, una taza de café que me recuerda lo difícil que fue el inicio, un llavero con una foto familiar que se ha vuelto parte de mi, un conjunto de monedas que me han ayudado a ver que todo es posible, un globo desinflado que me lleva a un aeropuerto con el corazón revolucionado y los nervios a tope; todas esas cosas son parte de mi pequeño baúl de los recuerdos y al abrirlo y dejarme llevar por los recuerdos es cuando les doy el verdadero valor a esas pequeñas cosas...

“El valor de las cosas no depende solamente de sus propiedades objetivas, sino también de la opinión que se tiene acerca de ellas” -Émile Durkheim